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INFORMACION INSTITUCIONAL

sábado, 19 de abril de 2008

Usos de Foucault en educación. Segunda parte

The Foucault Pendulum - Houston Museum of Natural Science

Foucault Pendulum

Images From The Writings Of Michel Foucault

Michel Foucault On 'Pleasure Vs. Desire'

Michel Foucault On 'Disciplinary Society,' Part 2

Michel Foucault On 'Disciplinary Society,' Part 1

Justice Vs. Power - Chomsky Vs. Foucault, Part 2

Justice Vs. Power - Chomsky Vs. Foucault, Part 1

EDGAR MORIN LA VISION PLANETARIA DE LA EDUCACION 06

EDGAR MORIN LA VISION PLANETARIA DE LA EDUCACIÓN 05

EDGAR MORIN LA VISION PLANETARIA DE LA EDUCACIÓN 04

EDGAR MORIN LA VISION PLANETARIA DE LA EDUCACIÓN 03

EDGAR MORIN LA VISION PLANETARIA DE LA EDUCACION 02

EDGAR MORIN LA OPTICA PLANETARIA DE LA EDUCACIÓN 01

EDGAR MORIN DESAFIO DE LOS PARADIGMAS 8

EDGAR MORIN DESAFIO DE LOS PARADIGMAS 7

EDGAR MORIN DESAFIO DE LOS PARADIGMAS 6

EDGAR MORIN DESAFIO DE LOS PARADIGMAS 6

EDGAR MORIN DESAFIO DE LOS PARADIGMAS 4

EDGAR MORIN DESAFIO DE LOS PARADIGMAS 3

EDGAR MORIN DESAFIO DE LOS PARADIGMAS 2

EL DESAFIO DE LOS PARADIGMAS 1 PARTE

viernes, 18 de abril de 2008

EDGAR MORIN EL PAPEL DE LA SOCIEDAD EN LA EDUCACION PARTE 07

EDGAR MORIN EL PAPEL DE LA SOCIEDAD EN LA EDUCACION PARTE 11

EDGAR MORIN EL PAPEL DE LA SOCIEDAD EN LA EDUCACION PARTE 10

EDGAR MORIN EL PAPEL DE LA SOCIEDAD EN LA EDUCACION PARTE 09

EDGAR MORIN EL PAPEL DE LA SOCIEDAD EN LA EDUCACION PARTE 08

EDGAR MORIN EL PAPEL DE LA SOCIEDAD EN LA EDUCACION PARTE 06

EDGAR MORIN EL PAPEL DE LA SOCIEDAD EN LA EDUCACION PARTE 05

EDGAR MORIN EL PAPEL DE LA SOCIEDAD EN LA EDUCACION PARTE 04

EDGAR MORIN EL PAPEL DE LA SOCIEDAD EN LA EDUCACION PARTE 03

EDGAR MORIN EL PAPEL DE LA SOCIEDAD EN LA EDUCACION PARTE 02

EDGAR MORIN EL PAPEL DE LA SOCIEDAD EN LA EDUCACION PARTE 01

EDGAR MORIN ESCUDRIÑANDO EL HORIZONTE 05

EDGAR MORIN ESCUDRIÑANDO EL HORIZONTE 04

EDGAR MORIN ESCUDRIÑANDO EL HORIZONTE 03

EDGAR MORIN ESCUDRIÑANDO EL HORIZONTE 02

EDGAR MORIN ESCUDRIÑANDO EL HORIZONTE 01

Budismo y Edgar Morin, un concepto

Edgar Morin y el pensamiento complejo 03

Edgar Morin y el pensamiento complejo 02

Edgar Morin y el pensamiento complejo 01

EDGAR MORIN LOS 7 SABERES PARA LA EDUCACION DEL FUTURO

Comenta y explica el pensamiento de Edgar Morin

La complejidad en Edgar Morin

lunes, 7 de abril de 2008

REDES Y SOCIO-PRAXIS.


REDES Y SOCIO-PRAXIS.
Tomás R. Villasante (*)
T.R.V. Para Espinoza, cada persona no es el átomo indivisible y
aislado del liberalismo anglo-sajón, sino un conjunto coherente de
relaciones, tanto físicas como intelectuales, con la naturaleza, con
los objetos, con las otras personas, relaciones que la transforman
continuamente. Así, “ningún individuo es estrictamente individual”.
Pero la coherencia de estas relaciones puede y debe reforzarse,
profundizarse, perfeccionarse, pero también puede degradarse,
destruirse.
Para mejorar continuamente su coherencia interna, cada persona
debe llegar a la comprensión de las relaciones que le son positivas
y útiles, que refuerzan su autonomía, pero también darse cuenta
de que lo útil no es tanto aquello que le conviene, individual y
aisladamente, sino sobre todo lo que la vuelve solidaria con el
mundo natural y social a su vez.
Y para llegar a este estadio de conocimiento, es necesario según
Espinoza, “pasar por la experiencia práctica” haciendo sobre el
mundo, procurando y testando innumerables y variadas relaciones
con el mundo físico y social, a través por tanto del trabajo y de la
política. Y estará, paralelamente, por parte de los Estados, de las
sociedades políticas, la misión de crear y promover
permanentemente un contexto cultural favorable a la realización en
plenitud de sus ciudadanos.
Pero recientemente, encontramos en las palabras de Paulo Freire
un mensaje afín, cuando escribe: "Ser cultural o ser consciente es
la forma radical de ser de los humanos, en cuanto seres que,
rehaciendo el mundo que no hicieron, hacen su mundo, y en este
hacer y rehacer se rehacen a si mismos. .Son porque están
siendo". (Alberto Melo) (Subrayados)
El análisis de redes frecuentemente se ha quedado en un debate sobre algunas
técnicas cuantitativas o cualitativas, tratando de encontrar matrices más completas
de datos de lo reticular de la vida cotidiana, o de descubrir sentidos profundos que
se esconden en las conversaciones o los comportamientos observados. Pero las
relaciones de cotidianeidad y proximidad están fluyendo de continuo y aparentan
numerosas contradicciones. No se dejan aprehender ni en datos completos, ni en
sentidos e identidades claras. Se ha avanzado hasta donde se podía, teniendo en
cuenta las propias limitaciones de la recolección de datos ("cuentas") y de la
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interpretación de textos ("cuentos"). No queremos tanto solucionar estos problemas
en su debate interno, sino pasar del campo del diagnóstico a los campos de la
proposición y evaluación por la praxis. “El análisis de redes se muestra mucho más
fecundo en las estrategias constructivas y participativas de la realidad social”. Se
trata de dar un sesgo más dinámico y procesual a los grafos/redes que ilustran las
relaciones entre los grupos e instituciones, y para ello necesitamos informaciones
sucesivas tanto de informantes cualificados como de muestras representativas de
la población en general.
Hasta la fecha el análisis de redes ha tenido distintas tradiciones académicas
donde se ha desarrollado. Como una técnica más se ha inscrito en las teorías del
Status-Rol (sociología), o del Ego-Parentescos (antropología), pero apenas ha
intentado constituirse con su propia lógica, y tratar de dar sus propios frutos. La
gran baza de lo reticular está no tanto en su capacidad de fotografiar una realidad
coyuntural, o de explicar las influencias internas entre familias y las amistades
nuevas en sociedades complejas. Lo que nos permite graficar las relaciones es
construir un "mapeo" de las tendencias de cada sujeto/actor en situación, y por lo
mismo las alianzas que existen y que pueden existir de cara a las estrategias de
filtro. Y ver así como las decisiones no son tanto cuestiones de Status-Rol
(demasiado genéricas y abstractas) ni tampoco solo de Ego-intersubjetivas
(demasiado culturalistas o psicologistas), sino en función de las propias relaciones
y estrategias que están operando. No se trata de juegos donde podamos tener
todos los elementos bajo control, ni de suma cero, sino abiertos a muchas
potencialidades, algunas de las cuales incluso se crean por la propia investigación.
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Así pues nos hemos aventurado a realizar un constructivismo reticular y
participativo aprovechando buena parte de los conocimientos existentes.
A) En la tradición británica de Bames, Mitchell, Mayer, etc., encontramos una
primera orientación de interés. En Barnes la definición de "campo social", que luego
aparecerá también en Bourdieu, por ejemplo. En Mitchell la distinción entre
"relaciones estructurales", "relaciones categoriales" y "redes personales", que
permite entender una primera matriz compleja entre estos tres elementos. Es
interesante salir de las dicotomías simplificadoras y plantearse la inter-acción entre
elementos básicos de la estructura, de los proyectos, y su concreción en redes
cotidianas. En Mayer hay aplicaciones al campo electoral (Dewas, India) de las
redes personales que inician e indican la forma de las comunicaciones reticulares
para un campo específico. Así se entra en la formación de "cuasi-grupos" y sus
dinámicas, y sobre todo el concepto de "conjunto de acción" que será central
para nuestras propuestas estratégicas dentro de las redes en situación con las que
trabajamos. Al plantearse en lo concreto estos conjuntos de acción aparecen
distintos niveles de relaciones primarias, secundarias, etc. en la comunicación
cotidiana, que viene a coincidir con lo que nosotros distinguimos entre los tipos
escalonados de códigos de expresión (imágenes, ideológicos, estereotipos,
silencios) que hemos venido constatando entre sectores más informales y más
formales de la sociedad. Es a partir de estas relaciones de comunicación cotidiana
desde donde se pueden reinterpretar todos los datos y explicaciones posibles de
las conductas. Por eso aun nos parecen estos antropólogos muy anclados en las
teorías del Ego como centro de las relaciones y en el rol que depende del estatus,
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cosas que creemos que se pueden superar.
B) Por otro lado encontramos en autores como Giddens, Bourdieu, etc. la
preocupación por salir de la estructura de clases como único determinante del
comportamiento social. En Giddens aparece la categoría de "agencia" y se plantea
un "doble vínculo" para poder explicar, entre estructura y agencia, los
comportamientos. En Bourdieu, aunque cuando se habla de redes no se precisa su
forma concreta, si se plantea la existencia de tres elementos interconectados: "...la
relación entre las posiciones sociales (concepto relacional), las disposiciones (o
los habitus), y las tomas de posición, las "elecciones" que los agentes sociales
llevan a cabo..." Es decir que entre el espacio social/capital económico y el espacio
simbólico/capital cultural, hay, en su cruce unas disposiciones que se han ido
construyendo reticularmente en lo cotidiano y concreto. "Lo real es relacional" v en
este sentido introduce la noción de "campo del poder" no en sentido político, sino
como conjunción entre: a) el espacio social de las posiciones en la estructura, b) los
habitus o disposiciones construidas, y c) los intereses o proyectos a realizar. Los
estilos de vida son el resultado de un campo social de fuerzas donde lo relacional lo
es por triplicado. El problema es que "a cada clase de posiciones corresponde una
clase de habitus" según dice y esto parece una determinación o correspondencia
muy poco flexible. Además en los dos ejes "capital económico/ capital cultural",
donde sitúa los estilos de vida en relación con las posiciones, a los
"estilos"/"disposiciones"/"habitus" no parece darles una capacidad propia de
construir nuevas dinámicas. Es en este punto donde creemos que lo reticular puede
avanzar dimensiones más operativas.
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C) Y las nuevas dinámicas que pueden surgir de unas relaciones reticulares
concretas es precisamente lo que más nos interesa. En las tradiciones
norteamericanas el impulso ha ido por este lado hasta hacerlo bastante autónomo
de otros condicionantes. Todo se llegará a explicar por las combinaciones de
relaciones densas o débiles, recíprocas o no recíprocas, etc. El desarrollo de las
socio-matrices y de la teoría de grafos ha contribuido a hacer avanzar estas
interpretaciones, demostrando que las cuestiones de forma (reticular) no son
puramente formales. Pero las dinámicas de estas relaciones tampoco pueden
pretender explicarlo todo. Lo que más nos interesa son las relaciones entre las
relaciones fuertes y su encerramiento en si mismas por reciprocidad mutua y
acumulativa, las relaciones no recíprocas (débiles) y su fuerza potencial
(Granovetter). Esto, como se verá, da un enorme juego a la posible reversión de
estrategias en las diversas situaciones de los conjuntos de acción. Pero lo primero
es ser conscientes de las propias limitaciones en las que a veces caen análisis
reticulares:
a) Hay una capacidad propia del juego de redes y de los conjuntos de
acción, que deriva de los habitus construidos desde la familia (y en las sucesivas
instituciones), pero este sistema reticular ha de cruzarse con los eco-sistemas que
lo condicionan previa y externamente, como son las estructuras socio-económicas
por un lado, o por otro lado la diversidad de proyectos, ideologías, deseos sociales
que están enfrentados en cada sociedad.
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b) Nos centramos más en las relaciones que en los individuos o soportes
de estas, pero estas redes han de tomarse en su conjunto, no tanto contar
exactamente cuantas veces se vio una persona con otra, sino la forma del conjunto
de todas ellas, el predominio de unas sobre otras, las tendencias, conflictos,
dependencias, etc. Una matemática más topológica, fractal u hologramática, que
los números euclídeos. Los algoritmos acumulativos son interesantes pero
cuantifican mucho y cualifican poco las redes y sus sentidos operativos.
c) En la disputa sobre si cuantificar o cualificar los grafos que nos muestran
las redes seguramente hay que hacer las dos cosas, pues dada la imperfección de
cualquier estimación nada sobra, pero el problema de fondo no es tanto acumular
más información sino que esta sirva para algo. En este sentido es previo el
encuadre participativo y operativo de quién interviene en la valoración de objetivos
y de mediciones, y para qué se interviene teniendo en cuenta los campos de
confrontación habituales.
d) En todo juego de comunicación cotidiano hay siempre mezcladas
estrategias vitales (no siempre conscientes), "campos del poder", redes culturales,
pretensiones de quedar bien, etc. Las hegemonías y contra-hegemonías de que
hablaba Gramsci siempre están pugnando en lo cotidiano, como los situacionistas,
las feministas, y los etnometodólogos nos recuerdan. Tomamos el concepto de
“mapeo” que Paulo Freire aplicaba a la pedagogía y la socio-política, cuando
distingue entre los "de confianza", los "diferentes" y los "antagónicos", y cómo
establecer alianzas entre unos y otros. Las posibles transformaciones se producen
cuando los "nuestros" tienen redes densas, se crean vínculos con los "diferentes"
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pero no antagónicos, y cuando los problemas surgen en las relaciones internas de
los "antagónicos". Solo así hay probabilidades de que cualquier proyecto sea
transformador de las realidades existentes, y por lo mismo sus contenidos deben
definirse a partir de un análisis de redes de este tipo. Las relaciones "débiles"
(Granovetter) van a aparecer entonces, mostrando su tuerza, para aglutinar por un
tema circunstancial a los diferentes (e indiferentes para otros temas), frente a los
antagónicos a los que se le crean problemas internos, al resquebrajarse algún
aspecto de su dominación. En esta lectura/interpretación de los "campos del poder"
lo que destaca es la dimensión dinámica de los diferentes "conjuntos de acción" en
situación, y también su operatividad para resolver algunos bloqueos de los
conflictos en presencia.
La fuerza está en la complejidad/paradojas de las redes.
Nos situamos en un caso práctico muy repetido en todo tipo de investigaciones.
Cuando entrevistamos a un grupo, o una persona, en los primeros minutos suelen
adoptar muchas precauciones como ante un examen escolar. Hay una tensión
latente y contestaciones genéricas (que repiten los lugares comunes más
habituales). Luego es posible que se vaya relajando la tensión y van saliendo
algunas opiniones más personales, es decir, las tensiones de redes también están
en todo este tipo de conversaciones. Pero lo más llamativo en no pocas de estas
entrevistas, sobre todo si son muy largas, es que aparezcan opiniones
contradictorias/paradójicas en las mismas personas o en los mismos grupos.
Cuando al principio por ejemplo, se pedía más policía para el barrio, luego se critica
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que cuando esta policía vino al barrio pego indiscriminadamente a cualquier
persona; o después de dar argumentos radicales en una conversación como
alternativas para el país, se indica que en realidad vota moderado; o aquella otra
persona que con argumentos y verbos autoritarios afirma que hay que ser
tolerantes, etc. ... Todo esto nos indica que en una misma conversación no están
opinando las identidades/coherencias de unos individuos, sino en cada caso las
redes en que tienen sentido esas opiniones:
a) El valor de poner una respuesta por cada individuo es muy relativo,
porque se le está forzando a reducir sus opiniones muy complejas y a optar por la
que puede parecer más aceptable según las convenciones. En encuestas precodificadas
la gente responde como a un test de examen, e incluso luego pregunta
si ha acertado como en un concurso. Tratar de hacer números de esto es una
nueva reducción aún mayor, a veces necesaria, pero siempre de valor muy relativo.
b) El problema no está en la aparente incoherencia de las personas (a
todos nos pasa en uno u otro grado), sino en la incapacidad de las ciencias sociales
para saber interpretar estos casos tan frecuentes en nuestro trabajo de campo. El
análisis de redes tiene aquí precisamente una gran ventaja, pues lo que nos
interesa no son las identidades/coherencias de los sujetos, sino las redes en que se
mueven y que les mueven. Las redes que hablan por sus portavoces, quienes
actúan en cada caso según las opiniones que prevén de sus entornos reticulares.
c) Lo más interesante de una entrevista entonces es precisamente que
pueda dar cuenta de en cuantas redes se está actuando. Y cómo están
interconectadas entre sí, y de qué manera resuelven las aparentes paradojas. No
la uniformidad y consenso lo que nos interesa sino las diferentes posiciones,
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fortalezas y debilidades de sus argumentos, afectos hacia uno y hacia otros,
miedos y agradecimientos, etc. No solo lo que dice sino, sobre todo, lo que
contradice, refuerza o desdice.
d) Para facilitar esa tarea cabe mejorar nuestras prácticas, por ejemplo,
cambiando no tanto a quien nos habla (lo que nos llevaría a demasiadas entrevistas
más cortas) sino a quién se le habla (lo que está más en nuestra mano) a lo largo
de un proceso. Las personas no dicen lo mismo en un primer contacto (recelos),
que en ante una cámara de TV (hablarle al poder), de manera informal en un bar
(algunas confidencias), o en una entrevista grupal grabada en un local (más
distendidas).
Para poder establecer un proceso de seguimiento de estas redes, con las que
trabajar, lo primero es hacer un primer cuadro interpretativo o matriz donde nos
entren las que suponemos que son las principales variables. Contar con un grupo
inicial de colaboradores voluntarios que sean informantes con quienes intercambiar
la marcha de la investigación puede demorarnos algo el trabajo, pero la
investigación/programación va ganar sin duda en precisiones y contrastes
(aparentemente anecdóticos pero muy determinantes en ocasiones). Es decir,
podemos empezar por un taller donde reunamos a aquellas personas con quienes
poder hacer un primer "mapeo" de la situación: identificar algunos intereses
estructurales condicionantes, y los objetivos declarados de unos y otros, y dentro
de esa matriz ver como se vienen moviendo las distintas redes de cotidianeidad y
conjuntos de acción.
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En el inicio de una investigación o de una programación siempre hay un
demandante de esta, con un presupuesto de tiempos (y de medios), un técnico o
equipo, y unas redes de personas a investigar, o a programar para ellas. Se habla
muy poco de estos momentos iniciales y de las tensiones y condicionantes que se
crean para todo el trabajo, pero es donde está la mayor parte de la carga de lo que
se puede conseguir según como se enfoque. Con quién demanda se debe
formalizar una "comisión de seguimiento" para ir negociando el marco en que se
mueve nuestro trabajo, pero no es conveniente que interfiera en el día a día del
equipo grupo "investigador/programador". No porque no se quiera participación de
la comunidad sino precisamente porque no se distorsione mucho nuestro contacto
con las redes al acompañamos personas significativas. Aplicar el análisis de redes
a estos trabajos conlleva que las relaciones de seguimiento deben ser distanciadas
y no distorsionadoras.
Las redes preexisten a que nosotros lleguemos a estudiar el caso. Hay personas
que viven en ellas y que conocen cómo y donde se anudan varias de las retículas
existentes, por lo que nos resultarán muy útiles si las conseguimos como
"colaboradores voluntarios". Formar un grupo de este tipo que acompañe el
proceso siempre nos ha sido muy conveniente pues nos traduce códigos locales,
nos informa de hechos complementarios, etc. Los "expertos-convivenciales" vienen
a completar nuestra tarea de "expertos-metodológicos", y por otro lado también
serán necesarios los "expertos-temáticos", es decir, aquellos técnicos que saben de
los temas en cuestión que se requieran. La confrontación entre diferentes tipos de
experiencias/expertos siempre es muy creativa, y cuando se trata de articular
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estrategias es aún más recomendable. Mas adelante pasaremos a revisar los
"planes estratégicos", técnicas "DAFO", "Delphi", etc. de programación, pero baste
adelantar aquí que todas ellas se basan en construir consensos a partir de diversos
tipos de expertos, aunque no suelan usar el análisis de redes más que
intuitivamente.
El problema con los expertos-convivenciales o colaboradores voluntarios es que
nos puedan también sesgar nuestro planteamiento por sus propios prejuicios. Por
eso, para hacer un primer "mapeo" lo primero es triangular las informaciones con
los puntos opuestos de los sistemas de opinión y conductas. Además de conocer la
posición del demandante y de los colaboradores, hay que buscar la opinión del
grupo más opuesto a ellos (y normalmente rival), y además ir a completar estas
visiones con las de grupos representativos de la gente de la calle pandillas o amas
de casa u opiniones de bar. Es decir triangular el campo de los comportamientos y
las opiniones desde los presuntos extremos, ya que luego siempre habrá
posibilidad de irlos rellenando.
Demandantes/seguimientos
Expertos-convivenciales Rivales-opositores
Pandilla de jóvenes Amas de casa Varones adultos
Este ejemplo podría ser valido para una comunidad local pero no para un centro de
estudio o de trabajo, en que habría que buscar también cómo triangular unas
primeras posiciones que inicien el proceso de programación. Sin duda en cualquier
caso estudiado van a aparecer muchos más grupos, entidades, sectores
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informales, etc. Lo que nos interesa no es ningún grupo o cuasi-grupo en concreto
sino el tipo de relaciones que se han producido, o que se están produciendo, y para
eso lo mejor es observar o preguntar por un acontecimiento concreto,
suficientemente conocido por la mayoría (un "analizador"). Hay hechos en cualquier
colectividad que influyen decisivamente en el posicionamiento de las redes: este
"analizador" sería como el "ego" ordenador para los antropólogos de redes. Este
suceso/analizador al ser algo que rompió los hábitos cotidianos, y obligó a
posicionarse en la red de distintas formas a cada posición, viene a contrastar con
los habituales comportamientos, por lo que también nos muestra tendencias
pasadas y contrastes.
Nosotros mismos como expertos-metodológicos nos podemos constituir (queriendo
o sin querer) en analizadores en situación. Una forma rápida y operativa es montar
un taller en un fin de semana o de unas cuantas tardes en donde se juegue a
reconstruir estos "analizadores históricos", con unos "mapeos" de las redes y
conjuntos de acción actuales, de cara a los objetivos propuestos. En relativamente
poco tiempo se pueden grabar algunas entrevistas (incluso con vídeo para captar
distintos sentidos de lo dicho) y devolverlas en un taller/seminario de trabajo con los
primeros expertos-convivenciales que se presten a colaborar. En una pizarra o
similar se puede construir un borrador de mapeo de redes y las diferentes
estrategias en juego.
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Objetivos (¿para qué?) Proyectos/ Estrategias/Ideologías
¿Tradicionales Intermedios Progresistas?
Espacio /
Social /
Socie- /
(¿para / dad G I I
quién? / de G G G
Estratos / los S G
socio- / 2/3 S
Económicos S G B G S
hábitat / ---
clases y /tercio B S S B G
bloques /infesociales
Rior. B S S B
Las letras (1, G, 5, B) indican distintos tipos de códigos de comunicación/lenguajes
que se nos muestran en nuestras investigaciones empíricas ((1) Imágenes del
poder, (G) Grupos que actúan por ideologías, (5) Sectores en torno a estereotipos,
y (13) Bases más o menos silenciosas). Lo que no hay todavía construido en esta
matriz son las relaciones entre los elementos, y tampoco los conjuntos de acción en
que se agrupan estas redes, que es lo principal. Según los objetivos que han sido
propuestos las relaciones se muestran densas y recíprocas en torno a dos o tres
instituciones o grupos, y en conflicto entre algunos sectores o grupos, habiendo
además muchos grupos, sectores o bases desvinculados o débilmente conectados
con los principales conjuntos de acción. Todo esto es lo que hay que construir
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precisamente en esos talleres participativos, a partir de aquellos datos de
entrevistas y acontecimientos más referenciados documentalmente. Se trata de un
primer esbozo, donde se fija sobre todo el campo de los objetivos propuestos. Esto
se hace no aisladamente, sino en función del abanico de objetivos existente, de los
intereses de la sociedad de los 2/3, y de la presencia de un tercio inferior en la
estructura socio-económica, que por su desorganización no suele contar en estos
análisis.
Las dos preguntas clave de toda investigación/programación son: ¿para qué? y
¿para quién?. Luego vendrá el ¿cómo? que ha de resolver la situación. Pero lo
inicial es no dejar los objetivos en su pura abstracción al margen de los intereses,
los posicionamientos ideológicos, o los grupos en presencia. Aquí se obliga a una
primera valoración de lo propuesto teniendo en cuenta la estructura socioeconómica
y los bloques sociales de un lado; y del otro, la formación histórica de
grupos y poderes estratégicos e ideológicos. No nos parece que en un primer
momento haya que tratar de agotar la precisión de este "mapeo", pues para hacerlo
aun debemos hacer un trabajo de campo donde aparezcan otras informaciones
más rigurosas y trabajadas sobre las distintas relaciones y sobre las distintas
propuestas. Solemos comenzar por un cierto matiz autocritico de nuestros propios
objetivos, los de nuestros demandantes, y los de los colaboradores en estos
propios talleres. Cuanto mayor clima de transparencia y profundidad consigamos
mejor irá el estilo de la investigación y la programación. Por eso estos primeros
pasos son tan importantes.
15
Pero la clave para poder proponer cambios no está en las estructuras marco en que
nos movemos o en cómo se construyeron históricamente, según los analizadores
históricos, sino en la dinámica de las relaciones entre los elementos considerados.
No se pretende que cambien los grupos o las personas sino las relaciones los
conjuntos de acción. Si conseguimos que se reorganicen las redes de vínculos para
estos objetivos, de tal manera que los conjuntos de estos elementos se muevan a
la acción, entonces hay grandes probabilidades de que funcionen las propuestas.
Aunque las propuestas sean muy interesantes "científicamente" si no hay quien las
respalde, o solamente lo hace algún grupo o sector aislado, no sirven de nada
operativamente. Por eso el método de fijar unos primeros objetivos, pero siempre
en función del abanico de posiciones que hay realmente en presencia. Lo cual
tiende a propiciar una primera tarea de cierta autocrítica entre los participantes
(demandantes, colaboradores, nosotros mismos). Es bueno empezar por un estilo
de trabajo no pretencioso, y que dé cierta confianza entre los que se pueden
sincerar más entre sí.
El espacio social nos muestra por estratificación socio-económica, por hábitat, y por
clases, muchas contradicciones de la "sociedad de los 2/3", no solo con el tercio
marginado y dependiente, sino también entre los productores y los capitales
financieros, por ejemplo. Sin embargo estas contradicciones apenas aparecen en
superficie, mientras los enfrentamientos entre equipos de fútbol, entre regiones,
entre religiones o formas culturales continuamente dominan las conversaciones y
los comportamientos. Y esto es así porque los "conjuntos de acción" agrupan
intereses interclasistas, y en un equipo de fútbol pueden emocionarse juntos un
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gran financiero y especulador con un obrero radical frente a los del "conjunto de
acción" rival. De esta forma se reproduce la sociedad neutralizando los conflictos de
fondo con otros conflictos de la cotidianeidad que agrupan a las redes en sentido
inverso al de sus intereses estructurales. Las culturas patriarcales aprendidas
afectivamente en las familias inician estas filiaciones que luego se van ampliando
con otras afiliaciones, rivalidades, miedos, confrontaciones, etc.
Lo importante es entender que tal complejidad de contradicciones/paradojas entre
unas redes y otras lejos de ser una dificultad insalvable, es precisamente el mejor
caldo de cultivo donde también pueden aparecer nuevos conjuntos de acción que
agrupen de otra manera los intereses de una sociedad dada para un tema concreto.
Además de las grandes afiliaciones cada persona y grupos está en otras redes
también, y en alguna de ellas puede surgir una propuesta que movilice las
voluntades para un cambio. La tendencia general es a la reproducción de los
patrones aprendidos, pero algún "analizador construido" puede intervenir
precisamente desde algunas relaciones "débiles" para reordenar las confianzas y la
percepción de los intereses, de tal manera que surjan aquellos que están más
escondidos o latentes. Todo el mundo sabe que el paro es una lacra para la
sociedad, pero si no se hace nada no es por no saberlo, sino porque no hay
confianza en que lo queramos hacer todos a la vez. No vamos a cambiar con
ninguna investigación o programación la estructura socio-económica, ni las
tradiciones culturales, pero si se pueden proponer algunas programaciones para
que se dinamicen mejor estas estructuras, las ideologías y los conjuntos de acción
en presencia. No es condición suficiente pero sí necesaria para cualquier cambio
17
social. Hasta dónde y en que dirección operen esas dinamizaciones ya no es
cuestión que podamos predecir, sino características de las conductas de los
propios sujetos implicados y sus circunstancias condicionantes (si reforman algo lo
existente, o si se desbordan en "efectos mariposa" transformadores, etc.).
Programaciones integrales desde las redes construidas y en
reconstrucción.
En la formulación de planes estratégicos, de planes de urbanismo, de planes
integrales, etc. se suelen usar una serie de técnicas que explícitamente buscan
crear consensos entre sectores muy diversos, a fin de que la empresa, la ciudad, el
sector de política social correspondientes, etc. puedan contar con estrategias
depuradas y participadas con la propia población. Se suele utilizar las conocidas
técnicas DAFO o FADO (un cuadrado con cuatro posiciones: Debilidades,
Amenazas, Fortalezas, Oportunidades) y unos talleres con diversos tipos de
expertos que rellenan, en debates sucesivos, estas características para cada caso.
A veces también se utiliza la técnica Delphi, sobre todo cuando los técnicos no
pueden acudir a reuniones presenciales, y entonces por correo se plantea tanto
cuales son los términos del debate como cuales son las puntuaciones que merecen
cada elemento del diagnóstico o de la planificación, comprometiéndose un equipo
central a reenviar a todos los participantes todas las posturas detectadas. Lo más
común es que se den mezcladas diversas técnicas según los casos, incluyendo
también los "diagramas Ishikawa" (o "espina de pescado", porque a un proceso
central se le van añadiendo aportaciones afluentes laterales), u otras como los
"grupos nominales" (donde se trata de partir de las reflexiones individuales para
gradualmente ir llegando a debates más amplios y constructivos).
18
Cualquiera de estas técnicas se puede combinar para programar una vez que se
han aclarado los ¿para qué? y ¿para quién? que desde las redes en presencia nos
planteábamos. Pero también las podemos reconstruir desde nuestros intereses en
trabajar con redes y conjuntos de acción concretos tal como vemos enunciando.
¿Es posible en nuestro mundo hablar de valores abstractos como si estos
estuviesen al margen de sujetos y de redes concretas de intereses y de culturas?
No sólo los objetivos vienen de construcciones reticulares, sino también los planes
y programas han de ser llevados a la práctica en redes con unas conflictividades
determinadas. Programar la concreción de objetivos sin tener en cuenta de manera
central y previa, estas redes ya constituidas, es muchas veces hacer puros actos
académicos sin valor operativo. El problema no está en los valores, ni en los
objetivos, ni en los sujetos sociales, sino en dejar pasar el análisis de las relaciones
entre ellos, sus conflictos previos, sus afinidades, etc. (el autodiagnóstico) En la
matriz que hemos presentado esto se provoca explícitamente, mientras que en un
cuadro DAFO tiende a quedar oculto en un ambiente general de intereses
colectivos y de neutralidad de los técnicos.
Además la mayoría de estas técnicas tienden a una simplificación y jerarquización
de los consensos, tratando de encontrar una ecuación básica, una explicación
sencilla que desparadojice las contradicciones que se nos han presentado. En
nuestra interpretación no se trata de encontrar las identidades centrales de cada
grupo, sino precisamente sus paradojas y contradicciones, que vienen dadas por su
red de relaciones. Y desde el puzzle de todas esas paradojas complejas en juego
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poder ver algunas vías de articulación viables para algunos de sus conjuntos.
Estudiar cómo relaciones débiles se convierten en fuertes, es decir, cómo la
actividad de unos técnicos de la universidad recién llegados pueden introducir un
elemento nuevo en estrategias bloqueadas desde hace muchos años, por ejemplo;
o cómo una actividad folklórica realizada por colectivos de mujeres o de jóvenes
puede iniciar procesos innovadores, que desde algunos conjuntos más bloqueados
de las redes son incapaces de abrir.
Por otro lado lo que suele ser más habitual es practicar una serie de tácticas muy
concretas, yuxtapuestas entre sí, para realizar por distintos equipos de expertos,
pero donde las conexiones entre ellas no son el elemento central del plan. La
jerarquización que se plantea, en el mejor de los casos, es de una lógica de causaefecto
sobre cada medida adoptada con unos fines específicos pretendidos. Pero,
en general, poco se estudian las sinérgias que se desencadenan al anunciar unos
objetivos determinados, en unas redes de relaciones muy entrelazadas y
conflictivas, y cómo el anuncio de estos planes incide sobre las propias causas
diagnosticadas modificándolas. Por ejemplo, aún siendo los mismos los objetivos y
las técnicas a desarrollar, el proceso no se producirá igual dependiendo de quienes
sean los encargados/responsables que lo protagonicen, y del contexto de
relaciones en donde tengan que actuar.
Un último cuestionamiento a estas formas de planeamiento más habitual tiene que
ver con la misma lógica de querer tener todo muy planificado. Parece como que el
proceso fuese más científico si nada quedase fuera de las previsiones de los
20
técnicos y de lo programado. En nuestras prácticas, más basadas en las relaciones
que en valores abstractos, lo que pretendemos es aumentar las probabilidades de
que se generen procesos abiertos, creativos y participativos, en tomo a los
objetivos que se han negociado previamente. Nunca se puede saber a ciencia
cierta cual va a ser el desarrollo en toda su dimensión, pero sí quienes con mayores
posibilidades pueden impulsarlo, y alguna articulación de temas centrales que más
conjuntos de acción aglutina en potencia. Por eso hablamos más de objetivos y de
procesos abiertos que de fines o metas determinados. y nos preocupan más las
redes y los conjuntos de acción que han de dinamizar tales procesos que los
valores o fines genéricos que suelen ser proclamados. Actuaciones locales pueden
no salir de sus ámbitos, pero también pueden pasar a articularse con otros
procesos, que a su vez influyan en lo regional o más general.
Postulamos unos procesos de programación que incluyen: a) la reflexividad de lo
que se propone, frente a la linealidad causa-efecto determinista; b) la praxis desde
las redes construidas y en reconstrucción, frente a la proclamación de valores
abstractos; c) los procesos abiertos a las sinérgias de otros procesos, frente a
planificaciones encerradas en sí mismas (solo sectoriales o solo localistas); y d) la
complejidad como virtud que recupera las paradojas en que nos relacionamos y
vivimos, frente a la simplicidad de fórmulas únicas que pretenden reducir el
comportamiento a algoritmos y medidas de identitarias más que relacionales. Nos
parece esta posición más científica porque, para empezar, es autocrítica con los
propios instrumentos y sujetos de la medición y con sus propias posibilidades. En
segundo lugar es más científica porque se centra en las relaciones, sus
21
mediaciones, y sus procesos más que en la aparente identidad de los elementos.
Por último porque prevé un sistema de verificación continuo, desde el principio
hasta el final (participativo), de posible corrección de los procesos sobre la marcha.
Sobre la base de unos primeros objetivos y de un primer diagnóstico de redes, se
pasa a ampliar esta información mediante trabajo de campo en las redes objeto de
la investigación. Es decir, conversaciones, observaciones, participaciones, desde
muy diversas relaciones. No sólo desde diferentes informantes, sino también desde
variadas formas de presentarse del equipo de trabajo (grabadora, informalmente,
cámara vídeo, reunión en un salón, etc.). Esta muy rica complejidad de relaciones
es la que se trata de devolver/verificar en un segundo paso, por ejemplo, en unos
talleres/seminarios que podemos convocar para hacer una primera programación
de lo que debemos realizar después. Lo importante de esta devolución es que sea
a) de debate, b) representativa, c) no paralizante. Y las prácticas de programación
deberían responder a estos requisitos.
a) A estas alturas de una investigación el equipo de trabajo y sus
colaboradores ya no son elementos enteramente externos, y han pasado a ser un
elemento más de las redes de relaciones que juegan entre los conjuntos de acción.
Pero su papel no tiene porque haberse identificado con uno de los bloques o
conjuntos, sino que ha de buscar colocarse en un papel mediador, desde las
relaciones débiles que se le deben suponer. Es decir, que el debate de devolución
de los análisis realizados debe poder convocar a la mayoría de los elementos que
interesan para una nueva red de relaciones. Los talleres o seminarios o actividades
22
a realizar ya son en si mismos un cuasi-grupo o un proto-conjunto de acción de lo
que se prevé que serán los núcleos animadores de las relaciones que se tratan de
potenciar.
Además el debate es necesario para no reducir la complejidad de los análisis y de
las propuestas que se empiecen a realizar, inevitablemente algunas reducciones
hay que hacer para podernos entender, entre los distintos códigos en que nos
expresamos unos y otros, pero esto no tiene porque ser una tesis para un tribunal
universitario, sino unas guías para la acción de las redes implicadas en cada caso
concreto. El debate debe aportar matices y aperturas sobre cada una de las
relaciones examinadas, y sobre todo de cara a las potencialidades de las
propuestas que vayan surgiendo. No es un debate para ver cómo están las cosas,
sino para ver cómo las podemos cambiar con una programación. Es decir, cómo
cambiarían las relaciones, entre los conjuntos de acción, y los colectivos, y sectores
no vinculados, según los diversos proyectos temáticos.
b) La forma de buscar una cierta representatividad no puede ser única,
pues buscamos' combinar relaciones de muy diverso tipo. Nos interesan relaciones
de los expertos convivenciales que puedan ser motores de la acción social, tanto
como relaciones de sectores de base (no muy implicados) para ver cómo puede ser
recibido un proyecto, y también relaciones institucionales que pueden determinar
apoyos o bloqueos a lo programado. En cada caso será una combinación diferente,
no sólo según nuestras intenciones sino también según las disponibilidades de la
propia gente a acudir. Como hemos dicho la investigación ya se ha podido convertir
23
en un propio analizador construido dentro de las redes en situación.
Los N.I.P. (Núcleos de intervención participativa o "células de planeamiento")
obtienen una muestra representativa de unas 25 personas que sacan de los
padrones locales, y a los que consiguen pagar la asistencia a estas sesiones de
debate sobre temas de gran impacto en un municipio o comarca. Es una forma
rápida y representativa para contar con las redes más de base de una localidad,
cosa que habitualmente no se suele hacer. Si se dispone de más tiempo, o de
menos dinero, también se puede hacer una tipología de estos grupos de personas y
convocarlos, o irlos a entrevistar, si no acceden a acudir a las reuniones de debate.
Lo importante no es que sean muchas las entrevistas, o las reuniones de grupo,
sino que recojan las 5 ó 6 posibles relaciones conflictivas que puedan darse en
cada caso concreto.
c) Otras formas representativas son los sistemas electorales que estén
vigentes en cada caso, o hacer un referéndum, o una encuesta. Tener en cuenta
estas formas es relativamente rápido pero implica reducir el debate a fórmulas muy
simples o incluso anularlo. Puede ser más interesante una recogida de firmas (o
"iniciativa legislativa popular") silo que se quiere es un amplio debate desde las
bases más informales, pero en este caso claramente se dilata durante mucho
tiempo el poder contar con el apoyo social, por lo que de hacerse se debería dejar
para etapas posteriores de la programación.
Sobre todo importa no paralizar los procesos, y al tiempo dotarlos de
retroalimentación desde las opiniones de las bases sociales y desde un amplio
24
grupo de colectivos implicados. Por esto la devolución debe centrarse en crear
espacios donde se den estos encuentros: la construcción de un conjunto de acción
de aquellas relaciones más favorables a desbloquear la situación considerada.
Apoyándose así en suficientes grupos que las animen, y apoyándose en las
opiniones complejas y/o estereotipadas que surgen desde abajo, desde los
sectores más informales y desarticulados.
Los contenidos temáticos se cruzan con los conjuntos de acción.
Hasta aquí poco hemos hablado de los contenidos de la programación, en parte por
la crítica que hacemos a sus excesos con tantas declaraciones abstractas, y en
parte por la necesidad que hemos argumentado de vincular tanto los objetivos
como las propuestas concretas a las redes y conjuntos que han de viabilizarlos.
Pero esto no quiere decir que no tenga importancia elegir los contenidos temáticos,
priorizarlos y articularlos. Para esta tarea además no bastan las redes locales, ni los
expertos-convivenciales, ni los expertos-metodológicos, pues además
necesitaremos hacer una serie de entrevistas a expertos-temáticos. Es decir contar
con otras experiencias que ven más allá de lo local y de lo inmediato. Muy a
menudo estos expertos tienen un papel central en los planes estratégicos,
urbanísticos, integrales, etc. pero aquí se les reserva un papel más circunscrito
para plantear un abanico de posibilidades al servicio de unas relaciones autoconstruidas.
Los expertos en cada tema concreto son personas que se han de ir a buscar para
hacer entrevistas particulares, o para que participen en seminarios específicos, en
25
el contexto de procesos que tienen sus propias lógicas participativas. La
participación de las redes implicadas es lo central del proceso, y la ayuda es la de
estos expertos externos, y no al revés que es como suele plantearse y
desarrollarse. Los expertos no tienen porque ser personas que entiendan cómo
hacer procesos de participación o cómo funcionan las redes locales, para eso están
los expertos metodológicos, y en consecuencia han de saber adaptarse a lo que se
les requiera en cada momento. Que será en función del presupuesto, de su
capacidad de colaborar voluntariamente en entrevistas, por ser funcionarios de un
organismo público, de ONG's, Universidad, etc. Su tarea central es informar sobre
aquellos aspectos que lo local y lo coyuntural no deja ver: las repercusiones en
otras localidades y sectores fuera de donde estemos, y la repercusión a medio y
largo plazo, según otras experiencias y estudios comparados que ellos conocen y
nos pueden ilustrar.
A través de las entrevistas y de las relaciones que se han ido construyendo en cada
proceso lo que aparecen son una serie de temas que le preocupan a la población.
Cada tema lo podemos aislar en sí o poner en relación, dándole una u otra
importancia. En este caso vamos a distinguir entre temas integrales o de fondo, y
temas sensibles y generadores. Desde las redes en las que nos movemos vamos a
ver cómo la propia población nos da pistas para clasificarlos. A unos les dará
mucha importancia coyuntural al estar en boca de todos, al ser comentario
cotidiano, al ser capaces de movilización de opiniones y compromisos (son los
temas sensibles). Mientras que otros son temas que se les reconoce que sería
necesario abordar de fondo, pero que se desconfía que se pueda hacer a corto
26
plazo, pues serían temas más integrales que afectarían a un cambio en profundidad
de las circunstancias. Por ejemplo, la violencia o las drogas son temas muy
sensibles, mientras que la economía/desempleo, o el hábitat/servicios, o la
cultura/medios de comunicación, son temas más de fondo que afectan a las causas
más integrales.
Hay algunos temas que nos remiten a las explotaciones básicas o de fondo que
persisten en nuestra sociedad. Según algunos autores (J. Ibáñez, Guaffari, M.
Sacristán, etc.) desde distintas tradiciones emancipatorias, se viene a coincidir en 3
ó 4 temas de fondo: a) En los territorios y los servicios se vienen dando relaciones
de explotación de la Naturaleza con tecnologías que aceleran los ciclos entrópicos,
de despilfarro de energía y de la capacidad biótica de los sistemas, en relaciones
de sociedades vivas entre sí muy desequilibradas, y en relaciones con la expansión
de la materia-energía que no tienen en cuenta los problemas que nos pueden llevar
a la autodestrucción rápida del ecosistema. b) en la economía y el trabajo se vienen
dando redes de explotación del hombre por el hombre en cuanto a la producción de
bienes y servicios, del intercambio desigual, y de la prioridad actual del sistema
económico globalizado hacia la economía monetaria y financiera, que está
provocando polarización social a escala mundial, en lo concreto de ciudades,
comarcas y sectores productivos, con graves situaciones desempleo, precariedad,
destrucción de valores, etc. c) en la comunicación y la cultura se vienen dando unas
redes y relaciones de explotación como dominación cultural/simbólica que, desde el
patriarcado, pasan por la escuela, las instituciones políticas y sociales dominantes,
hasta los sistemas de comunicación globalizados (TV, etc.). Someten a amplios
27
sectores de mujeres, niños, viejos, culturas étnicas, etc. a una incapacidad de
expresión e identificaciones diferenciales, bajo la uniformización de un pensamiento
único, unos valores abstractos, etc. que legitiman a unas pocas élites.
Cabe también hablar de una explotación del hombre sobre sí mismo, que es un
tema tan de fondo como los otros, pero que nos paraliza a cada uno en un tipo de
redes constituidas por el miedo a cambiar lo que siempre se nos dice que ha sido
(los ancestros, los libros sagrados, las academias paralizantes). Estas redes son
las que nos impiden ver y actuar en los temas de fondo, en las explotaciones en su
integridad. Pero cuando se consiguen desbloquear los miedos, las confianzas son
las que se movilizan, y aquí los temas sensibles y generadores, más que por sí
mismos, tienen sentido por los procesos que abren entre las redes más
emancipadoras.
Para resolver los problemas de fondo los expertos temáticos nos dirán que
debemos ir a los temas estructurales e integrales y hacer una programación que los
aborde coordinadamente, y su jerarquización dependerá de la especialidad de cada
uno de los expertos. Pero los expertos convivenciales que colaboran con nosotros
nos indicarán que empecemos por los temas sensibles, ya que estos contarán con
el respaldo de colectivos y población. La cuestión para la metodología es cómo
articular unos con otros teniendo en cuenta las redes y conjuntos de acción de
donde ha salido toda esa información. Cómo encontrar un tema "generador" que
partiendo de los temas sensibles vaya a conectarlos con los integrales en un
proceso de implicación auto-pedagógica de la mayoría de las redes en presencia.
28
Todos los temas son importantes, por unas u otras causas, pero lo que debe ser
prioritario para la mayoría es que se puedan crear sinérgias entre ellos, a partir de
lo que se ha manifestado por la propia gente, de las relaciones que se dan.
Un tema puede ser muy sensible para una parte de la población pero al tiempo
puede suponer un enfrentamiento interno entre dos conjuntos rivales de redes
densas, y por lo tanto no conduce sino a enfrentamientos que distraen de llegar a
los problemas de fondo. Otro tema puede ser muy integral o de fondo pero no
encuentra respaldo suficiente de grupos o colectivos que estén dispuestos a
trabajar por él, así que se puede perder en esfuerzos solo burocráticos de algunos
técnicos o voluntaristas de algún colectivo aislado. Los temas han de estar
dispuestos según la articulación de las redes y conjuntos de acción y no al revés.
Esta es la propuesta con la que venimos trabajando y que nos está dando
resultados satisfactorios. La hipótesis además incluye que, si conseguimos que los
temas sigan las prioridades de la rearticulación de los conjuntos desde los procesos
de la vida cotidiana, en el fondo todos los temas acaban por estar conectados entre
sí, y así lo descubren/construyen las poblaciones implicadas.
Podemos llegar a formular una nueva matriz donde consigamos relacionar los
temas a programar por un lado y los conjuntos de acción que los han de dinamizar
por otros, y en el cruce de ambos la forma concreta en que un tema generador nos
puede conducir a unos temas integrales. Es decir, pongamos en un lado nuestro
trabajo resumen de los temas detectados, desde los sensibles a los integrales, en
algún orden que tenga que ver con los objetivos que declaramos en un primer
momento, y teniendo en cuenta también no solo las opiniones de los expertos
29
convivenciales sino también las de los expertos temáticos. Coloquemos al otro lado
un resumen provisional de los dos o tres principales conjuntos de acción de nuestro
análisis de redes, y también las otras relaciones más débiles que protagonizan
otros grupos o sectores intermedios o mediadores potencialmente. Lo que nos
queda por rellenar de este cruce son las expresiones literales de lo que cada cual
mantiene sobre unos u otros temas, con sus contradicciones y potencialidades.
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Temas para programas los objetivos (¿para qué?) Opinión de expertos temáticos
Integrales: Economía/ Territorio/ Comunicación/ Sensibles
Trabajo; Servicios; Cultura...
Conjuntos /
de /
acción. /Desde
(¿para /qué
quién?) /red Frases o titulares que resumen posiciones complejas
Opinión /se
de /dice Valoración de lo que se dice y de las conductas transversales
expertos /cada
locales /cosa. Grafos/flechas que llevan desde los temas generales y las y
con- / relaciones débiles a los temas integrales y las redes densas.
vivenciales /
Algunas frases pueden servir para recordarnos las posiciones controvertidas en que
se sitúan unos u otros conjuntos de acción (normalmente suele haber dos conjuntos
principales que polarizan las rivalidades) y otros colectivos menos definidos.
Además de valorar la complejidad de cada posición según sus relaciones
especificas, cabe valorar también las conductas potenciales para poder encarar
cada problema. Una cosa es lo que se dice y otra lo que se hace, que no siempre
coincide. Hablamos de conductas transversales entendiendo que se suele pasar de
unas a otras conductas en función de las relaciones de confianza que se van
tejiendo en los procesos y no solo de los contenidos de los temas propuestos, aún
cuando estos ayuden. Es muy importante desde donde se plantean las propuestas
y cómo se hace esto. La cuestión de los estilos reversivos y transversales es algo
que debe estudiarse detenidamente, y hacerlo colectivamente resulta muy
pedagógico.
Hacer esto en seminarios o talleres debe servir para definir, en suma, cual es el
31
tema generador, que debe centrar la reconstrucción de las redes y conjuntos de
acción de cada "mapeo", según los objetivos propuestos. Es decir, podemos trazar
unas flechas o grafos que nos relacionen este tema generador con otros temas más
integrales, para ir de lo más sensible a los temas más profundos, pero al tiempo
estamos señalando una recomposición de las relaciones entre unas y otras redes.
En este sentido, cómo unas relaciones débiles se muestran fuertes al atraer a su
campo elementos de unos y otros conjuntos, o sueltos, generando otro conjunto de
acción que desborde situaciones anteriores paralizantes. El arte está en dar con los
conjuntos de temas más transversales y generadores entre los propuestos y
debatidos por unos y otros en estos seminarios o talleres convocados con tal
propósito.
Cabe decir que, desde nuestra experiencia, detrás de los temas generadores
suelen estar siempre otra serie de temas de fondo, y que algunos de los cuales se
pueden abordar más localmente pero otros necesitan ser contemplados en ámbitos
más generales. Hay temas de identidad cultural más inmediatos, pero los grandes
medios de comunicación y su influencia suelen ser metropolitanos o incluso
globales. Hay temas territoriales y de servicios que se pueden abordar en
programaciones inmediatas, pero otros necesitan de un cambio de políticas de
Estado. Y en economía y mercado de trabajo las cosas no se pueden arreglar solo
con micro-emprendimientos o con reformas muy superficiales. Por eso las
programaciones no deben auto-limitarse a algunos temas generadores muy
inmediatos, sino articular estos con algunas soluciones de fondo más duraderas a
distintas escalas.
32
Esto debe dar una nueva perspectiva a las redes que se ponen en marcha,
sabiendo que cabe distinguir entre algunos objetivos de más corto ámbito y plazo, y
aquellos otros que deben ser un referente más ambicioso pero fundamentales a
medio plazo. No se trata de no hacer nada hasta que no cambie la situación
mundial, lo que no deja de ser una disculpa paralizante, sino de hacer a pequeña
escala lo que sea congruente con lo que cabe mantener a media escala y plazo,
dentro de los intentos de superación de las explotaciones de fondo que sufrimos en
nuestras sociedades. Cómo definir sus características en lo concreto es
precisamente la tarea de cada proceso, que más allá de repetir las grandes
palabras (tales como desarrollo sostenible, endógeno, integral, justo, etc.) hagan
por reconstruir redes de intereses y temas muy concretos capaces de implicar a
verdaderos conjuntos de acción ciudadanistas, instituyentes y creativos.
La socio-praxis como articulación de grupos y sectores en
proceso.
Llegados a este punto hay que pasar a la realización de las propuestas. Los ritmos
y tiempos de las realizaciones son algo muy concreto de cada proceso, pero lo
normal es que duren más tiempo de lo deseado, sobre todo si media la acción
administrativa. Por eso pasa a ser algo de cierta importancia el dejar hecho y
acordado un cronograma con las tareas y las responsabilidades de cada cual.
Estos presupuestos de tiempos dependen mucho de que exista un presupuesto
económico, y con ello ya entraríamos en el papel de lo público-privado en los
sistemas de programación participada. El papel de unos compromisos
33
presupuestarios públicos, claros y transparentes, no tiene porque suponer una
gestión burocrática estatal, sino que esta gestión puede ser asociativa o social, o
bien compartida por asociaciones con lo institucional y lo privado. En cualquier
caso, si se quiere que haya implicación de la ciudadanía, usuarios o afectados,
trabajadores, etc. en las tareas de la programación, habrá que articular algún
sistema que les implique.
No todo el mundo puede ni quiere estar en todo al mismo tiempo. No solo hay que
pensar en el cronograma a lo largo de los meses y de los años, sino en qué cruces
hay que cuidar entre las tareas, para que los procesos se retroalimenten por sí
mismos. En un proceso participativo de cierta duración hay que prever la formación
de aquellos más interesados tanto como la difusión a toda la población
potencialmente influida. Hay que cuidar de que haya mecanismos permanentes de
recogida de nuevas informaciones, y que haya sistemas de toma de decisiones que
sean ágiles y participativos. Si se consigue que estos cuatro elementos funcionen al
mismo tiempo es que los cuatro pilares de una buena programación están
funcionando.
34
Cronograma: Lanzar.. Revisar.. Profundizar... Rectificar.. Evaluar
Tareas:
a) Información/Difusión
(generalizar la información
por las redes, aprovechar
los estereotipos)
Diversas acciones programadas.
b) Auto/Formación
(seminarios y
talleres que continúan lo
iniciado en la programación)
Sistema de evaluaciones
Correcciones de actuaciones
c) Consultas/
Recogida de Información.
(Mecanismos para conocer
las novedades cuanto antes)
Nuevos problemas que se incorporan
Iniciativas de base que surgen
d) Cogestión/
Toma de Decisiones.
(Organos de participación
para la gestión del proceso)
Iniciar un nuevo proceso
a) Difusión/Información. Para que una programación sea sustentada por
una colectividad ha de haber caído bien a la mayoría de los interesados
potencialmente en ella. Para esto hay que plantear una campaña de difusión a toda
la población a la que pueda concernir lo proyectado. Para hacer bien esta campaña
de lanzamiento contamos con las informaciones de los estereotipos o tópicos que
se manejan en torno a los objetivos propuestos, pues hemos entrevistado y
conversado con una tipología de sectores de base y sabemos qué argumentos son
más valorados a favor y en contra. La clave no está por tanto en poner más
carteles, o programas de TV, o radio local, sino en conseguir comentarios
favorables a algún aspecto de lo programado, y que tales comentarios circulen en
35
las redes cotidianas que hacen la opinión local. Por ejemplo un juego con los niños
de los colegios que implique a sus padres de algún modo, alguna actividad
deportiva o festiva que realce alguno de los objetivos propuestos, o cualquier otro
elemento que se sepa que crea buen comentario por las redes habituales, y usar en
ese sentido carteles y/o medios de difusión.
Hay tal exceso de sobre-información por la televisión y otros medios masivos que
habrá que encontrar aquel elemento que rompa las rutinas y sea digno de
comentario positivo. Lo peor que le puede pasar a una campaña de estas es que
pase desapercibida, que el tema generador, lo que llamamos "analizador
construido", no sea capaz de llegar a ser considerado por la población. Esto no
quiere decir que desde el principio todo el mundo lo tenga que conocer, sino que se
inicie con un buen conocimiento por aquellos sectores que puedan luego comentar
su contenido. Hay un cronograma de acciones escalonadas previstas de tal manera
que se mantenga la atención pública debidamente informada, y atraída, en debate
por lo que se va realizando. Pero insistimos en que la clave está más en saber
cómo se comentan en las redes informales las novedades que en usar los medios
de comunicación con mucha profusión. Hay canales propios para cada cosa.
b) Auto/formación. La formación en gran medida es una auto-formación en
el mismo proceso de diseñar y realizar las programaciones. No pueden ser cursillos
teóricos al margen de lo que se está haciendo. Si se hace una campaña de difusión
será sobre como captar los estereotipos y tópicos sobre los que basar las virtudes
de lo planteado, qué medios pueden ser más innovadores y llamativos, y también
36
cómo usar medios y tecnologías audio-visuales, hacer notas de prensa, etc. Es dar
continuidad a lo que ya se inició con las primeras tareas de programación
participada: Cómo hacer algunas tareas del diagnóstico y las programaciones
vayan siendo asumidas en parte por los colectivos más interesados de las propias
redes de cotidianeidad. Que se generalice entre algunos grupos algunas prácticas
más democráticas y participativas (y más científicas) de hacer las cosas.
No se trata de hacer unos seudo-sociólogos, pero si de que una cultura sociopráxica
(sobre que las ciencias sociales no son solo encuestas) se vaya
generalizando. Que desde las asociaciones y los creadores de opinión locales se
demande más metodologías participativas y menos soluciones tecnocráticas. Y
también que se le pierda el miedo a los técnicos y se les sepa controlar desde los
movimientos sociales, pues solo así los técnicos van a ser más eficaces en cada
localidad o caso práctico de referencia. No todo el mundo va a participar en talleres
o seminarios para hacer el seguimiento del proceso, pero es importante que lo
hagan aquellos que están en los nudos de las redes y conjuntos de acción más
importantes. Y que se vayan renovando, pues toda tarea voluntaria no puede ser
para perpetuarse, sino para ir dando paso a otros que vayan tomando el relevo en
la dirección y control de los procesos mismos.
c) Consultas/Información. La recogida de información también ha de
programarse con un cronograma para que la información no deje de fluir hacia
quienes se están formando y tomando decisiones. La tendencia es que después de
un buen diagnóstico ya todos creen conocer lo que sucede en la colectividad. Pero
continuamente están apareciendo nuevos problemas, incluso algunos que sin
37
querer crea el propio proceso programado. Por eso hay que establecer algunos
sistemas de hacer emerger tanto los problemas como las nuevas iniciativas que
puedan surgir animadas por el clima que se haya creado. Uno de los mejores
indicadores es que al calor de lo realizado aparezcan iniciativas innovadoras y
creativas con las que no se contaba.
Si la programación inicial no es desbordada, y simplemente se va cumpliendo de
manera rutinaria, es que no se ha conseguido calar en la gente. Es más interesante
que surjan problemas que el que no pase nada. Como veníamos diciendo, el éxito
lo podemos constatar cuando surgen nuevas cosas que no estaban en programa,
cuando nuevos colectivos o sectores se meten con sus propias lógicas y cuando los
primeros impulsores de ven un poco desbordados. Aquí hay también una lección de
formación sobre cómo ceder controles y ampliar la red de recogida de información,
dando nuevas responsabilidades a los que se incorporan, ampliando los
protagonismos a otros.
d) Decisiones/Cogestión. La toma de decisiones es el punto clave a donde
vienen a parar todas estas otras tareas. Pero la toma de decisiones no sirve para
casi nada si se hace sin una información suficiente y sin una formación en los
procesos participativos. Una asamblea o un comité de dirección en que solo unos
tienen la formación y la información puede ser una manipulación poco democrática
o demagógica tan grande como si no se hiciese. Pero si la toma de decisiones se
hace en un clima en que las redes en general están informadas, sienten los asuntos
y los comentan, en que hacen llegar asuntos nuevos a los comités coordinadores, y
38
en estos comités quienes han de tomar las decisiones están informados y formados
para hacerlo, entonces tenemos las mejores garantías de decisiones eficientes.
Todos estos procesos necesitan continuas negociaciones, entre los dirigentes
sociales, los técnicos, las administraciones, y algunos apoyos añadidos (públicos o
privados). La complejidad suele ser muy alta a pesar de que muchos de estos
proyectos no sean de gran envergadura, por lo que se convierten en magníficas
escuelas de estilos de gestión más democráticos, de conductas transversales e
instituyentes. Se decía de muchos movimientos sociales que más que lo que
reivindicaban lo importante era lo que aprendían y enseñaban como escuelas de
democracia. Y algo así es la valoración añadida que estas programaciones tienen
en sí mismas. Más allá de que se realicen más o menos los programas, siempre
debe quedar el elemento auto-pedagógico de que la democracia participativa en los
procesos bien realizados contribuye básicamente a su eficiencia.
Fundamentar las validaciones y evaluaciones de las relaciones
complejas.
Los indicadores para evaluar los planes y programas habituales suelen cuantificar
los presupuestos económicos que se han generado, el número de personas que
han asistido a actos o que han encontrado puestos de trabajo, los metros
cuadrados edificados, etc. Pero en nuestro punto de arranque lo real es lo
relacional y por lo mismo es desde aquí desde donde vamos a enfocar las
evaluaciones posibles. Los indicadores absolutos presuponen teorías absolutas, es
decir, modelos claros de a donde se quiere llegar, medidas incuestionables sobre
39
identidades de sujetos y de datos, y una concepción sustancial de lo real, no una
concepción relacional. Con nuestro planteamiento no queremos caer en el
relativismo, pero tampoco en el objetivismo absolutista que dan a los datos algunas
teorizaciones.
Usamos indicadores para validar y evaluar los resultados de los procesos, pero les
damos un valor provisional y local, pues con esas convenciones construimos los
objetivos iniciales propuestos, las prácticas desarrolladas, y los posibles logros
alcanzados. Podremos comparar tales eficiencias sólo con situaciones muy
parecidas, y sobre todo con la propia situación de partida. De la misma forma que el
resto de la metodología se centra en validar/evaluar las relaciones producidas más
que los datos aislados, esto se hace también desde los distintos sujetos con
valoraciones, participadamente. Por un lado como lo ven las propias gentes que
han intervenido o se han visto afectadas. Hay barrios o centros de trabajo que
diseñan sus propias reuniones de evaluación, pero también hay ciudades que están
haciendo sus Foros Cívicos de indicadores de calidad de vida. La valoración de la
administración puede decidirse por hacer un contrato para seguir o ampliar el
proceso o aparcarlo hasta nueva señal. Los propios técnicos podemos evaluar
donde hubo bloqueos, donde innovaciones, donde se cumplió con lo programado,
donde se desbordó, etc.
Lo que validamos o evaluamos no es tanto si cambiaron los sujetos sino si se
cambiaron las sujeciones, y cual es el nuevo sentido que tienen. Siempre estamos
metidos en redes, entre las sujeciones, pero unas nos paralizan las dinámicas
creativas y otras nos las estimulan. Los sujetos somos los mismos más o menos,
40
pero si soltamos algunas sujeciones y dinamizamos conjuntos de acción
ciudadanistas, transversales, sinérgicos, etc., los procesos se convierten en
instituyentes, yendo más allá de lo instituido, siendo creativos y no sólo repetitivos,
es decir eficientes con las nuevas programaciones. Lo importante no es llegar a
unas metas muy definidas, sino que existan unas relaciones internas en la
colectividad que hagan a esta capaz de funcionar por si misma, ser capaz de
aprovechar todo tipo de relaciones externas, ser responsable de funcionar más
democráticamente, irse proponiendo sus indicadores de calidad e irse evaluando en
el proceso. Estos podrían ser índices sólo relativos para algunos, aunque si
aplicamos técnicas participativas con los propios participantes no lo serán tanto.
Superamos lo realizado con lo relacional. Para concretar más algunas mediciones
de relaciones, que tengan que ver con los objetivos de construcción de la realidad,
daremos algunos ejemplos de en qué se pueden sintetizar.
A) ¿Para qué?. De acuerdo con los objetivos más o menos genéricos, y
de los temas que han ido surgiendo, ha de haber obras que signifiquen
realizaciones palpables. Pero no del tipo de las más grandes ("ande o no ande"),
sino según la eficiencia demostrada, es decir, la relación entre la energía empleada
y los servicios resultantes para toda la colectividad. No se trata de derrochar en
grandes obras sino que estas sean las adecuadas para quienes las van a usar.
Evaluaremos mejor las tecnologías adaptadas que las grandes tecnologías. Por eso
la validación ha de estar planteada desde los propios usuarios, y no sólo como
inversiones o metros cuadrados. Hay que dar prioridad a que se hagan cosas y a
que no se queden en buenos deseos los proyectos acordados. La prueba de la
41
eficiencia incluye la eficacia económica tanto como la ecológica o la de usos
sociales, y por lo mismo no puede ser una medida abstracta sino relacionada con
los objetivos planteados, los temas generadores y los más integrales.
B) ¿Para quién? En una "sociedad de los 2/3" instalados, a los que hay
que sumar un tercio o más dependiente (desempleados, tareas domésticas,
pensionistas, informales, etc.) tal como empezamos razonando, habrá que ver
cómo quedan al final las relaciones entre unos estratos sociales y otros. Una
política social solo para un sector o bloque, aunque sea el marginal, puede ser
crear guettos, por muy bien intencionada que sea planteada. La preferencia por la
ágil circulación del automóvil en el tráfico de una ciudad o por los transportes
públicos, además de distintas soluciones técnicas implican también distintas
soluciones sociales, que favorecen el aislamiento o la convivencia de quienes usan
uno u otros. Las soluciones técnicas (de tráfico, de trabajo, de cultura, etc.) siempre
tienen además una dimensión de aislamiento o de relación entre los bloques
sociales o los instalados de los 2/3, o los dos tercios populares. Cabe evaluar
también estos aspectos, desde el punto de vista de la redistribución más
polarizante, o menos, de las inversiones que se hacen. Y no solamente por la
justicia distributiva que se desprende de ello, sino también por la prevención de los
conflictos, violencias, y otras consecuencias no queridas que suelen ir unidas a las
polarizaciones de esta sociedad de los 2/3.
C) ¿Cómo? Cabe además evaluar el propio proceso, sistematizando lo
que de formación tiene para los propios técnicos, para la comunidad considerada, e
incluso para las autoridades, en cuanto se haya generado una cultura ciudadana de
42
responsabilidad colectiva y participativa. Estos elementos de sistematización de las
experiencias no suelen ser tenidos en cuenta, y sin embargo en nuestra experiencia
vemos que muchos dirigentes es lo que más valoran, incluso por encima de las
propias obras materiales. Esto es importante que se pueda racionalizar y
documentar al máximo para que no se quede en una serie de impresiones
personales, no fáciles de transmitir a otros colectivos. La validación de la
metodología tiene que tener una capacidad interna de justificación por si misma, de
ser explicable, transmitible, y reproducible en algún grado. Es importante que
retengan tales conocimientos los que lo vivieron, que haya una conciencia interna,
pero tanto o más interesante es que se pueda sistematizar para colaborar en
nuevos procesos.
D) ¿A dónde? Medir hasta donde se llega y a donde apunta con los
planteamientos programados es otro punto de referencia para la validación de lo
programado. Los objetivos y los temas generadores son solo elementos de
arranque, no de llegada. El que no se prefijen unas metas cerradas no quiere decir
que no esté muy bien que las programaciones se desborden, y acaben planteando
saltos hasta otros ámbitos, entrando en causas más integrales y en profundidad. La
capacidad de un proceso de sobrepasar unos primeros objetivos muy localistas y
coyunturales y, sin abandonarlos, cuestionar que son necesarias reformas o
transformaciones en ámbitos superiores, nos parece que es un buen indicador de la
capacidad del propio proceso. Un efecto de ejemplo demostración para otros sitios,
de conciencia de la propia insuficiencia de las "soluciones" micro-sociales, puede
ser una evaluación de las relaciones internas y externas conseguidas muy a tener
43
en cuenta. ¿Qué nuevos procesos se han abierto o se deben abrir?
Se habrá observado que los conceptos de ciencia y de validación no sólo son los
más tradicionales de la modernidad sino que tampoco se comparten los de la
llamada postmodernidad. O mejor dicho que se aceptan los unos y los otros con
muchas reservas y circunscritos a aquellas condiciones particulares para los que
pueden servir. Nuestros fundamentos de validez científica critican tanto los
determinismos como los relativismos. El espacio-tiempo no se expande en una sola
dirección, en donde la ciencia sólo tendría que descubrir cual es su sentido
predeterminado; pero el espacio-tiempo tampoco es una ilusión que se crea entre el
observador y lo observado, con lo que toda la ciencia es pura relatividad, y nosotros
somos quienes estamos construyendo todo lo que percibimos. Las criticas de Ilya
Prigogine a Newton y a Einstein no los desautorizan sino que limitan sus postulados
al campo en que son válidas, y abren unas nuevas perspectivas y paradigmas.
Lo que nosotros construimos es el sentido de las cosas, no tanto o sólo, las cosas
mismas, pues estas se vienen desarrollando irreversiblemente con o sin nuestra
presencia. Hay muchas posibilidades de construcción del espacio-tiempo dentro de
las leyes de la termodinámica, no es posible la certidumbre. Pero si queremos
incidir en crear sentido habrá que ser muy riguroso con las relaciones planteadas,
cómo se establecen por si mismas, y cómo nos obligan a nosotros a decidir en
función de sus dinámicas complejas. Ser científico entonces no es situarnos fuera
de los campos observados, como si esto fuera posible. Desde dentro hemos de
tomar algunas distancias y examinar las relaciones que nos empujan, pues estamos
obligados a ser estrategas más que jueces, a crear sentidos aún cuando no
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queramos. Y así, al menos que los sentidos que estemos construyendo sean los
más interesantes para la supervivencia del planeta, y de nosotros mismos, con las
mejores calidades de vida posibles. Esto devuelve la ciencia a un contexto de
valoraciones de conciencia y de sistemas democráticos a los que debe servir. Pues
la construcción de sentidos posibles para la humanidad es cosa de todos los
implicados y no sólo de unas élites. Situarnos en estas complejidades supone
algunos cambios sustanciales en los paradigmas habituales. Para no alargar esto
excesivamente sólo vamos a señalar algunos, pero la tarea hay que continuarla,
pues no ha hecho más que empezar.
a) En vez de simplificaciones y reducciones a leyes que todo lo
explican, lo científico pasa a ser aumentar las complejidades que
generan mayores combinatorias, pues hay que entender que
desde las paradojas, en los tetralemas, es donde está la
creatividad. Salir de la lógica de la identidad aristotélica, y entender
que una cosa puede ser ella y su contraria al mismo tiempo. Y que
tales paradojas sólo son otras construcciones de sentido más
eficientes y creativas.
b) En vez de atribuir todo a unos mecanismos de causa a efecto, en
donde todo viene determinado por factores inquebrantables, pues
habrá que reconocer la reflexividad y recursividad de los procesos,
donde el anuncio de algo a conseguir ya está también actuando
como con-causa del proceso. Los procesos se van auto45
produciendo tanto desde sus propias proposiciones internas, como
de lo que toman de las reacciones y energías de los eco-sistemas
que los rodean y donde se mueven. Es decir, que más que autopoiéticos,
son auto-eco-organizados (Morin) y en ese sentido se
apoyan en redes de relaciones tanto internas como externas.
c) Y no solo los grandes ámbitos influyen en los más pequeños, sino
que se suelen producir unas interferencias entre las fracciones de
lo pequeño que acaben modificando también lo más grande, los
contextos, los ecosistemas. Las estructuras de unos y otros
ámbitos se corresponden y retroalimentan. Las estructuras
relacionales de las redes en lo micro y en lo macro se han de
corresponder, están en permanente interferencia, de forma que,
aunque cuantitativamente sean muy distintas, en la calidad y tipo
de relaciones podemos establecer ciertas similitudes y
correspondencias. Todo lo que está en lo grande está en lo
pequeño, y desde este se pueden generar cambios en lo mayor.
d) Las formas creativas e innovadoras, auto-eco-organizadas, se dan
en las practicas de las cosas, de manera instituyente, siempre
nuevas por la irreversibilidad del tiempo. Pero hace falta pasar de
las teorías a las prácticas para comprobar que siempre se están
abriendo nuevos campos de potencialidades, aunque no todos se
aprovechen. No basta con enunciar principios o postulados
46
relacionales o complejos, pues sólo en la praxis están los
elementos en acción, es decir, en concreción, haciendo. Y está es
la fuente que nos obliga a construir sentidos, a evaluarlos, a la
tarea constante de los cálculos de probabilidades, de apuestas
científicas. Las aventuras de los saberes son siempre imposibles
en sus pretensiones de pureza, pero son siempre necesarias,
imprescindibles en su mejor rigor, para poder seguir construyendo
con la energía/información y con las redes/sujetos unos mejores
sentidos para nuestra calidad de vida.
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Las ciudades hablan y hacen programas integrales

Las ciudades hablan y hacen programas integrales
Tomás Villasante (España)Grupo de trabajo HIC-EspañaC. Investigación Participante y Gestión Local. Fac. SociologiaUniversidad Complutense de Madrid.

Los retos de los movimientos por el habitatLos movimentos sociales de todo el mundo estan en una nueva etapa, que poco tiene que ver con otras situaciones de décadas anteriores. Vamos a plantearnos las "tendencias" sobre lo que nos esta sucediendo porque entendemos que estamos al principio de una nueva etapa generacional y civilizatoria. Algunos rasgos nos lo confirman. Los síntomas empiezan a ser reiterativos. En todo el mundo el debate se está globalizando. Aún con situaciones muy diferenciadas, y aún polarizadas, los problemas del habitat nos remiten continuamete unos a otros. Desde el Foro Global de Rio, alternativo a la cumbre de Gobiernos sobre Medioambiente, donde se juntaron mil asocaciones y movimientos de todo el mundo, no han parado de funcionar unas redes alternativas entre los más variados movimientos de las distintas partes del globo.
Los movimientos por el habitat no solo son locales, sino además localistas en su inmensa mayoria. Pero no esta reñido el "actuando localmente" con el "pensando globalmente", que es uno de los nuevos referentes actuales de nuestros movimientos sociales. Hay una serie de problemas heredados del pasado y otros que son nuevos como veremos, pero ante todo lo que es más nuevo es la forma de encarar los problemas. Lo más interesante son los nuevos "estilos", la incidencia más en los "medios" y mediaciones (el "cómo" llegar) que en los "fines" y los modelos finales (a "donde" llegar). Se han roto suficientes paradigmas finalistas, como para que los movimientos recuperen su pragmatismo radical. Es decir, estamos más preocupados en encontrar nuevos caminos y metodologias superadoras que en describir los males del habiatat que nos acosan, y en todo caso que esto se plantee desde lo concreto e inmediato de cada uno de los movimientos. En esto va a consistir esta propuesta.
Los retos para el habitat no son solo la vivienda. Este problema no se podria entender sin la explosión urbana que hace décadas llevamos viviendo. El pricipal problema ecológico en que estamos metidos no es solo el del paisaje, sino el de las grandes migraciones campo ciudad, y sur-norte, y sus consecuencias en los habitats deteriorados urbanos (no solo en las periférias sino tambien en la tugurización en los centros urbanos). El problema de la vivienda esta inexorablemente unido a los movimientos de la población, a las formas culturales de usar los espacios, y a las economias locales, que a su vez dependen hoy más que nunca de los flujos internacionales de inversión.
El que las urbes se segreguen internamente en zonas ricas y pobres, no es solución tampoco para los ricos que viven en "zonas seguras", pues fenómenos como las explosiones sociales de hace unos años en Los Angeles, Caracas o Córdoba (Argentina), pueden repetirse en cualquier metrópoli en cualquier momento. La ingobernabilidad pasa a ser un elemento central de la gestión local y de las reivindicaciones de los movimientos ciudadanos. Las economias municipales cada vez gastan más dinero con el crecimiento de los problemas de los delitos y la violencia urbana. Las empresas buscan instalarse en ciudades que garantien cierto clima de seguridad para sus intereses y la imagen de sus productos.
El problema del habitat se convierte asi en un conjunto de actuaciones en materia de vivienda, de cultura, de economia, etc. que han de estar integradas entre si, y que se conocen con el título general de "desarrollo local". La burbuja financiera internacional, la deuda externa, la degradación ecológica, la polarización social, las informacioes televisivas, etc. todo se convina y se condensa en lo local. Ya no existen separados lo global y lo local, sino que continuamente estan interactuando. Y en este contexto es donde hemos de plantear medios, medidas y mediaciones que permitan, cuando menos, defender nuestras urbes del deterioro ambiental y social, y en su caso avanzar algunas programaciones alternativas.
El papel de los profesionales como mediadores vuelve a ser muy importate tanto para las administraciones como para los movimientos sociales. El surgimiento de Organizaciones No Gubernamentales, que no serian entendibles sin la nueva configuación de los expertos, ejemplifica las nuevas formas de mediación que se estan construyendo en nuestras realidades urbanas. Son estos "estilos de mediación" los que condensan la credibilidad de las programaciones, la implicación con la población y los resultados a medio y largo plazo. Las propias empresas no estan dispuestas a meter su dinero si no ven una programación solvente y con cierta credibilidad.
No se trata solo de presentar un análisis científico de la situación local de referencia. Para las empresas, y sobre todo para los movimientos locales, es necesario dar confianza, garantias de participación, cierto consenso, sobre cómo se realiza el proceso de resolución de los problemas. Todos sabemos ya que no hay neutralidad del conocimiento científico-técnico, por más que nos lo adorne la autoridad correspondiente, asi que se hacen casi imprescindibles las garantias participativas en cualquier proceso que quiera ganar inversiones y voluntades sociales suficientes. Los Planes Estratégicos estan basados en esos consensos, por ejemplo, y las Programas Integrales se apoyan en las Plataformas y Foros ciudadanos que han ido surgiendo entre nosotros.
El papel de estos Planes y Programas ha de conjugar, por tanto, lo científico con lo vivencial. El reto de los nuevos paradigmas con los que hemos de trabajar se basa en una crítica a la mitificación del cientifismo moderno, y en una cura de humildad que pasa por aceptar la complejidad de los intereses sociales tan plurales, cambiantes y práxicos. La ciencia se nos habia convertido en una religión y sus ritos en procedimientos cosificados y reduccionistas que solo resultan eficientes en condiciones de gran estabilidad. En cuanto aparecen nuevas situaciones y movimientos convulsos de la sociedad las encuestas y las proyecciones estadísticas ya han de ser reformuladas.
Asi necesitamos sistemas de programación que vayan más allá de las descripciones de lo "ya dado", que apunten las "tendencias" y las controversias, en las que hemos de decidir. Necesitamos otros "ritos" científicos menos objetivadores de los hechos, y más liberadores de las potencialidades que hay en las tendencias observadas. La praxeologia de estas mediaciones no es una receta cura-lo-todo, y ha de ser criticada tambien, pero se apoya en una serie de experiencias, y desde ahi ha de ser reconsiderada.
La praxis de las Programaciones IntegralesQue estemos huerfanos de paradigmas totalizantes y modelos finalistas no quiere decir que no tengamos algunas certezas sobre los males que nos aquejan y de algunos procedimientos que estan dando algunos resulados esperanzadores. Mientras tanto nos vamos aclarando sobre los cambios de la economia territorializada, la ecologia social y la etnologia histórica, y su integración en un paradigma complejo que las incluya, tambien hemos de ir haciendo prácticas que nos sirvan para defendernos de las agresiones más evidentes del actual sistema. Desde lo local, las actitudes defensivas frente a los modelos impuestos por la globalidad, además de contener efectos sociales positivos en lo concreto e inmediato, pueden servir tambien para iniciar alternativas más globales, a partir de sus resultados necesariamente parciales.
Asi pues nos instalamos en la praxis de "talleres populares" que retomen las experiencias de la Investigación-acción-participante, de los Socio-análisis instituyentes, de las Planificaciones locales participativas, de las Pedagogias dialógicas, y de las prácticas militantes de los movimientos sociales. Desde las experiencias en que hemos venido participando y observando en Latinoamerica y nuestra península, entendemos que es necesaria una reconceptualización crítica tanto de los Planes Estratégicos, como de los Comunitarios o los Integrales. No basta con la buena voluntad participativa, ni con algunas técnicas de ingenieria de intervencion social. Es necesaria una crítica tanto al "basismo comunitarista" como al "tecnocratismo institucionalista".
Por un lado no se puede partir de que "el pueblo nunca se equivoca" y de que los representantes de la "comunidad siempre tienen razón", pues es una evidencia empírica no solo las muchas alienaciones populares, sino, sobre todo, las contradiciones y paradojas con que cada cual actuamos inconscientemente. Lo cual muestra por un lado lo incoherente de nuestras conductas pero por otro las posibilidades de emancipación que siempre existen a partir de las emociones no controladas por los sitemas alienantes. Estas paradojas en las que nos movemos obligan a que los profesionales introduzcan metodologias más complejas sobre las tendencias sintomáticas, con varias potenciales salidas. Y a no darse por satisfechos con algunas técnicas descriptivas o de programación para contentar a la institución correspondiente.
Si además de contentar a la institución promotora se trata de ser eficientes en el trabajo programador, cabe introducir en las mediaciones 4 "tareas" que vayan construyendo sucesivamente sus "talleres populares" con sus propias praxis reflexivas. Asi cada etapa tendrá su lado de eficacia programadora y su lado de auto-pedagogia dialógica. Ni los promotores (públicos o privados) tienen la razón, ni los dirigentes sociales, ni las bases informales, ni los expertos (locales o externos) tampoco deben decir la última palabra. Se trata de construir entre todos un programa que tenga más probabilidades de ser eficiente, bajo la crítica de los expertos, que en todo caso apoye una mayoria, y que eduque en la participación a un buen número de ciudadanos. En cada etapa hay una "tarea" que debe llevar a la construcción de un salto reflexivo, que puede condensarse a traves de un taller que acelere las praxis. Cada etapa tiene asi su proceso más o menos largo que debe concluir con una decisión de paso a otra etapa/tarea para avanzar en la construcción colectiva.
1. SíntomasUnas personas o grupos se juntan para hacer una tarea, y por lo mismo deben cocretar en qué va a consistir. Cada cual tiene unos intereses explícitos y otros más latentes, por eso solo se va a llegar hasta unos primeros acuerdos formales inicialmente, aunque con toda la claridad y profundidad que sea posible. Cuanta dedicación, cuantos recursos, con qué medios, con qué objetivos, a partir de qué problemas, etc. Normalmente estaran los promotores (públicos o privados), los dirigentes sociales interesados, y los expertos (locales y/o externos). Un cronograma con las tareas principales, y quienes se responsabilizan de cada cosa, ayuda a dejar claras las tareas generales de cada cual. Un rápido acuerdo en estos aspectos explícitos permite pasar a una primera profudización en los problemas implícitos o latentes.
El grado inicial de pre-juicios de todos es muy alto, y se corresponde con la "conciencia sensible" propia de los movimientos sociales que han motivado la asistencia a esta primera etapa. Debemos introducir una "carga deconstructiva" explìcita. Para ello lo mejor es entrar a examinar un "analizador histórico" concreto, un suceso local conocido por todos, para evitar irse por las ramas, y se desborden asi los apriorismos abstractos. Se intentará un estilo autocrítico, de tocar fondo, pues si partimos de que todo está bien hecho poco tendremos que investigar y transformar. Ver cómo mejorar lo que ocurrió en tal ocasión, no solo desde las contenidos planteados ante los problemas, sino desde los estilos/conductas de los diferentes grupos implicados.
Para que emerjan los posicionamientos latentes se puede usar el "cuadro de conductas", que por un lado permite salir de las dicotomias de buenos/malos, y por otro genera una discusión muy interesante con una amplia gama de críticas y autocríticas:
CONDUCTAS
Exogámica
Endogámica
PROCESOS
Instituidos
Conversa(reproduce)
Perversa(Se opone)
Instituyentes
Reversiva(desborda)
Subversiva(alternativa)
Entre los cuatro lados de los contrarios hay sufiente gama de matices por donde situarse o pasar, mientras en las diagonales hay contradicciones más difíciles de saltar. No consiste en juzgar ni personas ni sujetos sociales, sino algunas actuaciones concretas y puntuales, que sin duda con el tiempo han cambiado para cada actor social, incluso dentro del mismo suceso "analizador histórico". Se puede entonces llegar a aclarar si se está por mantenerse dentro de lo instituido o si se está dispuesto a abrir procesos instituyentes. Y si se parte de presupuestos endogámicos (ideológicos, afectivos, etc) que les colocan en situaciones de oposición de principios o de hacer otras cosas alternativas frente a lo dominante, o bien en posiciones de reproducción con otros grupos de lo instituido, o de hacer desbordar lo existente apoyandose en otros grupos. A partir de los síntomas encontrados se abren nuevas posibilidades, pudiendo pasar de unas a otras conductas, es decir, siendo transversales.
2. PreguntasLa segunda tarea del grupo operativo, una vez construido un objeto, unos objetivos, un cronograma y un estilo de trabajo, será abrirse al campo con las "preguntas problematizadoras". Lo primero es abrir un abanico de redes informales (y formales), que existen en la comunidad, y acordar quien debe acudir a cada cual para establecer una entrevista, un grupo de discusión, etc. Ahora lo que se intenta es escuchar las construcciones conversacionales tal como se pueden dar en la vida cotidiana. No se intenta buscar lo más representativo de lo que piensa la mayoria, sino encontrar las zonas de disenso, las sugerencias de minorias nunca escuchadas, y componer un puzzle lo más amplio posible con todo tipo de comentarios, lo más diverso que podamos. El objeto que construimos no son los grupos en si, sino las relaciones entre ellos, sus contraposiciones, sus dinámicas, etc.
La tarea es ahora "descargar" y que se "descargue" la gente en un aparente caos de conversaciones que se van superponiendo. Las preguntas problematizadoras iran saliendo poco a poco, y acabaran por ordenar una lectura "temática" de las necesidades más sentidas, en base a los textos transcritos, sobre los que se hace un "análisis de contenido". No hace falta tener una larga lista de preguntas preestablecida, más vale que vayan saliendo en las conversaciones, y en todo caso tener cuatro o cinco temas generales sobre los que reorientar la charla en caso de desviaciones de los temas. Esta es la etapa para hacer un "conocimiento deconstructivo" de la tormenta de ideas recibida, y no solo para recoger (como buenas) las opiniones tal como se nos dan.
Para reducir los subjetivismos siempre presentes en estos análisis es bueno el trabajo en grupo, y si es además posible la participación, en el grupo operativo, de voluntarios de la propia comunidad. No para que hagan de profesionales, pero si para que faciliten las entrevistas, para extraer "frases" chocantes de los textos, en los códigos locales, para discutir los resultados que se van dando, y sobre todo para confeccionar los "conjuntos de acción" y el "mapeo" de las relaciones resultantes. Este es un taller de diagnóstico en donde tratamos de obtener una "doble vinculación" de cada posición encontrada. Por un lado con los temas (de las preguntas sobre necesidades), por otro lado las relaciones que mantienen en redes de afinidad ("conjuntos de acción": dependencias, rivalidades, etc.).
Las relaciones entre posiciones grupales forman redes informales y formales, y asi aparecen distintos conjuntos ante distintas acciones. "Conjuntos de acción" que nos presentan relaciones populistas, gestionistas, técnicas o ciudadanistas, por ejemplo, o con otras variaciones según los casos concretos. Con ellos podemos hacer un "mapeo" de los intereses en juego ante cada acción posible. Discutir este mapa de relaciones teniendo en cuenta las informaciones recogidas y las observaciones de los colaboradores voluntarios suele ser de mucha importancia para poder hacer un diagnóstico operativo, que pueda dar la viabilidad real de los apoyos a cada tema elegido para su programación.
El diagnóstico no consiste en analizarlo todo como si fuese una documentación completa sobre todo lo que se ha dicho (alguien puede hacer una tesis si quiere). Nuestro diagnóstico no quiere saberlo todo, sino aquello más necesario para impulsar las propuestas que se seleccionen por el taller deconstructivo.
3. ProgramaciónAhora damos un nuevo salto de un conocimiento desde las singularidades hacia un "entendimiento sinérgico" a traves de la construcción de unos proyectos concretos viables. No es lo mismo la opinión que se da en una conversación que la negociación de un programa para su realización en un tiempo concreto y determinado. Aqui se empieza a cerrar lo que antes se abrió, pero se va a intentar consensuar lo que se vaya a programar con todas las entidades que se han estudiado en el diagnóstico. Es el momento de la devolución de lo analizado, y de establecer las relaciones estratégicas previstas. Aún queda un buen abanico de posibilidades en marcha para poder elegir entre las más significativas.
Algunos elementos para un taller de programación se pueden tomar de los Planes Estratégicos, pues efectivamente para ir seleccinando los temas prioritarios habrá que contar con las valoraciones de los grupos sociales implicados sobre la urgencia o la importancia que conceden a cada uno de los que examinemos. Un cuadro de doble entrada de tipo clásico (DAFO, Delfi,etc) puede valer en principio para facilitar acuerdos, y sobre todo concretarlos en sesiones que no se dispersen en discusiones poco operativas. Preparar convenientemente estos talleres o asambleas de asociaciones y entidades es tan importante como el mismo momento en que se realiza.
El problema de muchos Planes Estratégicos es que solo se quedan en una selección consensuada de los temas y una campaña de marketing, por la que los intereses económicos de cada urbe compiten con los de las otras. En cambio una Programación Integral trata de que los intereses culturales, ecológicos, y socio-econonómicos armonicen primero según los análisis críticos surgidos desde las propias bases, y segundo según los criterios discutidos con los actores sociales a quienes se les presentan las opciones en negociación. Además todo ello no aparece como una serie de propuestas para cada sector o tema (dependiendo de la inversión externa, pública o privada); sino que se organiza como una campaña con uno o muy pocos temas centrales, y en todo caso articulados sinérgicamente para que cualquier elemento dinamizador de un aspecto vaya a repercutir positivamente en el conjunto.
Los elementos culturales y la construcción de identificaciones de la comunidad, que permitan unir los "conjuntos de acción" dispares y hacer una estrategia unitaria y popular son centrales para mover a la propia población, y crear dinámicas instituyentes de procesos ecológicos/económicos de calidad de vida para la localidad. Las inversioes públicas y las privadas son posibles sobre todo si se consigue construir una dinámica entusiasta entre la propia población. La implicación de los trabajadores es clave tanto en la producción de una empresa como en los programas de acción colectiva de una comunidad.
Pero para conseguir que la mayor parte de la población se implique en algún grado con los proyectos, estos desde luego tienen que responder a sus intereses más importantes y urgentes. No es un problema de encontrar un slogan brillante, sino de que éste responda a los diagnósticos que han emanado de los grupos de base, y han sido devueltos/negociados con los dirigentes de las redes constituidas en la comunidad. Es decir que sobre una Investigación-acción-particiapante (IAP) se monta una Programación Auto-sustentada e Integral (PAI).
4. RealizacionesLa realización de la última tarea desborda ampliamnte al grupo operativo y pasa a ser realizado por otros colectivos que se implican en la acción. En algunos casos en que hemos colaborado, tras una Asamblea de una veintena de colectivos de la comunidad, se crearon tres comisiones "ad hoc" para realizar las tareas más claras y urgentes a fin de conseguir desarrollar la programación acordada. Pero en cada caso el proceso es el propio de las condiciones locales. De nuevo hemos vuelto a la situación concreta después de haber pasado por un diagnóstico y una programación más abstractas. Partimos de examinar un "analizador histórico" y lo que se esta realizando en esta última etapa es lo que el socio-análisis llama un "analizador construido". Es el analizador en el fondo quien tiene la última palabra, él es el que hace el análisis y no los analistas, él es el que verifica con sus realizaciones a donde llega la verdad de lo propuesto.No es lo mismo tampoco opinar (o negociar un proyecto), que realizarlo en la práctica concreta y cotidiana, donde surgen una serie de nuevos imprevistos que le dan a cada caso su verdadera complejidad. Aqui aparecen los "saberes re-totalizadores", sobre todo en la reflexividad sobre la praxis de quien esta implicado en la ejecución. "Saberes instituyentes" que van más allá de lo conocido o entendido, que pasan a la categoria de vivenciado o mejor aún, con-vivenciado. Apropiación colectiva de una comunidad que en su memoria histórica va a instituir un elemento referencial básico para la auto-educación de la generación que lo esta con-viviendo, y que posiblemente quede como recuerdo referente para otras generaciones posteriores.
Estas realizaciones prácticas tienen además la virtud de proceder a una reorganización de las fuerzas sociales locales, y de destacar a nuevos líderes que vengan a renovar las capacidades de los más veteranos. En cierto sentido, si se consigue realizar lo proyectado en todo o en parte, se pasa a depender de la capacidad de evaluación para saber sacarle las enseñanzas oportunas a esta magnífica escuela de democracia y de invetigación participante. Con estos procesos volvemos a hacer una nueva constitución de la realidad, y por lo mismo habrá que ir pensando en iniciar otro ciclo de IAP/PAI.
La evaluación, a lo largo de la realización, ha de disponer de elementos concretos de "toma de decisiones" y de "dispositivos de información". Aqui tambien cabe aplicar un cuadro de doble vinculación, por un lado con la información general a toda la población y con la formación específica para los mediadores más implicados; y por otro lado con los mecanisnmos ágiles de recogida de información de abajo a arriba sistematizados, para garantizar las tomas de decisiones oportunas en los momentos en que haya que corregir lo acordado o tomar nuevos acuerdos.
El habitat asi construido no resuelve tampoco todos los problemas de la comunidad, pero si da una mayor calidad de vida a sus habitantes, y sobre todo construye una conciencia colectiva sobre cómo es posible hacer las cosas democrática y participadamente desde la gestión de lo cotidiano. Cuando en una o varias comunidades han alcanzado fuerza de constumbre estas metodologias participantes los efectos políticos en los ámbitos superiores de la vida social no han tardado en llegar, aún cuando no hayan durado más de una generación.
Horizontes que animan las redes globalesCiertamente no basta con hacer una buena programación local para mejorar la calidad de vida de cada habitat. En un mundo globalizado como el nuestro continuamente todo lo conseguido corre el riesgo de venirse abajo, tanto por los flujos de la política monetaria internacional como por la deseducación que las televisiones mundiales ejercen continuamente sobre la población de cualquier rincón de nuestras urbes. Después de experiencias participativas locales de gran importancia (sobre todo en América latina) aún no se ha conseguido que cuaje una corriente mundial con posiciones alternativas. Los Foros alternativos intentan poner en marcha algunos referentes para un posible cambio civilizatorio, pero hay la sensación de que tan solo estamos en el comienzo de esa nueva etapa de la humanidad.
Algunas expresiones han empezado a hacer fortuna como fórmulas que permiten pensar en otros estilos alternativos a los actuales de esta economía y política tan degradante que nos ha tocado vivir. La mayor parte de estos conceptos son usados con notable ambigüedad por los diferentes tratadistas sociales, por lo que se les ve necesitados de una mayor precisión, sobre todo para su uso por los políticos y los movimientos sociales. En cualquier caso son una prueba más de que tales retos son los principales que tiene hoy la humanidad, y aunque sea con conceptos poco matizados, se ha de responder con urgencia ante la gravedad de las amenazas esgrimidas.
a) Desarrollo sustentableSe creo polémica hace bastantes años cuando aparecio aquel otro concepto de "eco-desarrollo", y ahora vuelve a ocurrir lo mismo. Son conceptos que tratan de hacer compatible el desarrollo con la ecologia, y naturalmente todo depende de qué ecologia y de qué desarrollo hablemos. La única forma práctica de hacer avanzar la situación es concretar para cada caso indicadores y políticas sectoriales que hagan bueno o malo tal concepto en virtud de sus aplicaciones, pues en abstracto estas discusiones no sirven para nada. Me parece mejor hablar de Reequilibrio sustentable, porque elude la palabra equívoca de desarrollo, y plantea más claramente la necesidad de reequilibrar los sectores productivos (reducir los de tecnologias duras, ampliar los de las blandas), y tambien reequilibrar los indicadores de calidad de vida (sustituir el PIB por indicadores más ecológicos y sociales).
b) Democracia participativaIgualmente es un concepto que ha hecho fortuna y hasta se ha incorporado a alguna Constitución, pero casi nadie sabe identificar en concreto cuales son sus mecanismos concretos articuladores. En un libro reciente pasé revista a las formas concretas que se realizan en algunos municipios, y -constatando la variedad de formas- me pareció más oportuno mantener en plural la formulación de este horizonte democrático. Experiencias como el Presupuesto participativo de Porto Alegre (Brasil), o el Panel de indicadores de calidad de vida de Seattle (USA), o algunas formas participantes en las gestiones del habitat de algunas otras ciudades, parecen ser algunos de los pocos ejemplos existentes.
c) Economía popular y reparto del trabajoEn el mundo del trabajo las cosas estan muy mal y el desempleo de nuestras urbes es el principal causante de los demás problemas de nuestros habitats. Por lo mismo estos horizontes aparecen aún muy débiles y difíciles de precisar, y más aún de conseguir. Sin embargo son objetivos que teóricamente deberian estar en el centro de las propuestas económicas de nuestras ciudades y regiones, pues son de las pocas propuestas que resultan alternativas en este campo. Todo lo demás suena a resignase, y a que nada puede hacerse en el terreno de la economia concreta.
d) Ciudades saludablesEl problema de la salud está pasando a ser un problema central de nuestra civilización /fin de siglo, tanto en las metrópolis del sur como en las preocupaciones de los habitantes del norte. En el sur por la falta de recursos y la degradación de las metrópolis, y en el norte por el exceso de inversión y de consumo, no orientado a la salud sino a las ganacias de las grandes empresas transnacionales. Las "buenas prácticas" que se van a presentar en Estambul con motivo de Habitat II, son ejemplos muy insuficientes frente a la tendencia mundial de degradación de los espacios habitados.
Estos 4 componentes de un horizonte global común no nos parecen propuestas muy descabelladas para ser asumidas por una mayoria de los movimientos sociales que se preocupan por el habitat. Y al tiempo nos parece que -como declaraciones de principios- pueden ser asumidas, aunque en la concreción haya fuertes discepancias; y en las realizaciones apenas haya muestras alternativas que presentar. Pero al tiempo resulta muy complicado razonar sobre un habitat concreto sin hacer referencia, al menos, a estos otros componentes imprescindibles de cualquier horizonte alternativo.
En todo caso entre la definición de estos horizontes a los que aspirar y la precisión de cómo han de ser las mediaciones concretas para alcanzarlos, estamos más en esta última tarea. Porque los paradigmas más creibles hoy tienen que ver con la forma en que se construyen los procesos sociales, más que con los modelos teóricos a que podamos aspirar. Hemos pasado de los "fines" que justificaban a los "medios", a una nueva situación donde los "estilos mediadores" (programaciones integrales, por ejemplo) acaban justificando la posible variedad de "fines" que se puede alcanzar. En esta nueva lógica de comportamientos cabe encuadrar lo que las ciudades estan hablando y haciendo, y que son el banco de pruebas de la nueva civilización que hemos de construir para el futuro. Como se habrá visto no me he detenido en los problemas de la actual situación del habitat, porque muchos estamos más preocupados por cómo encarar una superación alternativa de los mismos, antes que demorarnos en describir lo que nos parece evidente.
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Praxis de la participación/iniciativas ciudadanas para la integración social
Practicas/Fases
Reglamentos
N.I.P.
P.Comunitarios
IAP/PAI
Negociación inicial
Administración asociaciones en litigio
Administración, técnicos y asociaciones en litigio
Adminitración y/o asociaciones y/o técnicos
Administración, asociaciones y técnicos
Objetivos
Complementación de la democracia representativa
Consenso por cada tema suscitado
Dinamización comunitaria por autodiagnóstico y programaciones
Dinamización instituyente para construir una programación movilizadora
Grupos de trabajo
Representantes de la Administración y de las asociaciones
Selección la azar de los vecinos del censo
Equipo técnico en contacto con los dirigentes sociales
Grupos mixtos de técnicos y voluntarios
Información
Precedentes de participación
Documentación técnica con asesores neutrales
Datos socioeconómicos y participación de las asociaciones
Datos socioeconómicos, mapeo del tejido asociativo e informal
Diagnóstico
Talleres sobre propuestas de Reglamento
Talleres del "núcleo" con expertos y autoridades
Informadores privilegiados y coloquios de calle
"Triangulación de entrevistas y grupos de discusión (para grupos de acción)"
Propuesta
Proyecto de Reglamento y Consejos
Dictámen ciudadano
Programación de distintas líneas de intervención sectorial
Selección de un tema generador y autosustentable
Acuerdos
En el Pleno Municipal
No vinculante parala Administración
Respaldo de las diferentes administraciones
Comisiones que salen de una Asamblea (con apoyo técnico si es factible)
Ejecución
Organigrama con participación de Asociaciones enConsejos consultivos
Acuerdo consensuado de las partes sancionado por la Adminitración
Coordinación de servicios abiertos por la Administración
Difusión, formación, toam dedecisiones y evaluaciónpor la asociacionesy técnicos implicados
Figura 1: Relación entre prácticas de democracia participante.